UN ARCO IRIS LLENO DE... ESCUELAS MOLONAS

¡¡Hola papis y mamis!!

Esperamos que no os hayáis olvidado de nosotr@s. Seguimos viniendo a la Escuela y pasándolo genial, pero es que Alicia estuvo mala la semana pasada y no pudo transcribir toda información que le teníamos preparada para teneros al corriente de todo. Así que, estáis de suerte ¡¡Esta entrada es doble!! Os contaremos todo lo que ha pasado durante estas dos semanas, que no ha sido poco.

En primer lugar, como ya sabéis, empezamos proyecto. Y para irnos adentrando a las nuevas formas de trabajar que vamos a experimentar este curso decidimos empezar por conocer nuestra Escuela. Que sí, que nos la sabemos de memoria. Pero no desde la perspectiva de un/a gigante. Ahora somos mayores y debemos velar por el bienestar de nuestr@s compañer@s, de los materiales y de las distintas actividades que se vayan presentando.

Al empezar el proyecto, en nuestra asamblea, estuvimos hablando sobre las diferentes maneras de recoger información sobre algún tema. Nosotr@s le comentamos a Alicia que en el ordenador se encontraba esa información ¡¡Todavía nos acordábamos de cómo lo hacíamos cuando éramos futur@s gigantes!! Alicia nos comentó que el ordenador estaba estropeado y que lo debíamos enviar a reparar. Así que debíamos buscar otra forma.

Alicia nos comentó que a ella le gusta buscar la información en los libros. Que esa información suele ser más directa y concisa que todo lo que podemos encontrar en internet y que, además, nosotr@s al ser gigantes debemos empezar a desarrollar el amor por los libros.

Es por esta razón, que decidimos ir a investigar a nuestra biblioteca. Allí encontramos un cuento de un colegio y aprendimos muchos cosas que la verdad no sabíamos que existían. Nuestra Escuela es algo diferente a la que se mostraba en ese libro.

Resulta que en la Escuela del libro habían pupitres individuales, había una pizarra enorme en la pared y tod@s los niños hacían las mismas cosas en los mismos momentos. Como muchas de las cosas que veíamos no las entendíamos decidimos hacernos un croquis de nuestra propia escuela para así comprender mejor lo que vivimos día a día.

Empezamos por recrear nuestras clase, nuestra biblioteca y nuestro patio. Que hasta el momento es lo único que conocemos mejor éste año. Os recordamos que nosotr@s no comemos en el comedor, sino en nuestro aula.

Una vez terminadas nuestras estancias de la Escuela, Alicia nos sorprendió con un rincón de la Escuela muy divertido. En el tenemos una pizarra con tizas, una grapadora sin grapas, muchas pinturas, tijeras que no cortan dedos, pegamento, un ordenador, nuestros murales de la Escuela y la Casa que realizamos la semana anterior, bolígrafos, sacapuntas, goma de borrar y unos rotuladores que nos tienen loquit@s.... Ahhh!! Y a nuestras mamás y papás también jejejej Aunque todos los tatuajes que nos hacemos nos los lavamos después en nuestros lavabos. 

Como ya sabéis, en nuestras asambleas nos solo hablamos de lo que vamos a hacer durante la mañana o de nuestras pupas. Ya empezamos a dialogar de cosas que realmente nos importan. Como que el papá de uno es un Cantinflas, el abuelo de otro tiene muchos caballos o que alguien ha traído zapatillas nuevas. Estos momentos de comunicación nos vienen genial para estrechar lazos y para aprender a esperar el turno. Porque mientras habla alguien, los demás deben escuchar por respeto.

¿Qué es una Escuela sin niñ@s? Un aburrimiento. Es por ello, que decidimos hacer unos avatares de nosotr@s mismos. De ésta forma podríamos recrear las cosas que nos pasan en la Escuela en nuestra mini Escuela de nuestro nuevo rincón. 

Nosotr@s aun tenemos dos años, pero gracias al tiempo que llevamos aprendiendo en compañía de nuestr@s amig@s tenemos muchas capacidades muy desarrolladas para nuestra edad. Como la del juego simbólico. Es gracias a este juego que podemos reproducir experiencias vividas mediante el juego y así poder resolver algún recuerdo agridulce mediante la comunicación. Por ejemplo, si en algún momento nos hemos enfadado con algún amigo, es posible que ese acontecimiento salga a flote cuando estemos jugando con nuestr@s avatares y, a través del juego, podremos solucionar ese hecho que nos pudo frustrar.

Para crear nuestros avatares elegimos cada un@ de nosotr@s el color que queríamos utilizar. Sorprendentemente la mayoría eligió el azul-blue jejej Menos nuestro J, que tenía muy claro que él se quería ver de amarillo-yellow. Después les pegamos nuestras caras en la cabeza y Alicia los recogió para recortarlos en el rincón de la Escuela. Fue viéndola a ella recortar que a nosotr@s también nos apeteció y cogimos las tijeras que no cortan dedos y recortamos varios papeles que nos tenía preparados.

Otra actividad que nos gustó mucho fue hacer puzzles de nosotr@s mism@s ¡¡Alicia soy yo!!

La verdad que la actividad de la mini Escuela nos gusta mucho y desde que Alicia nos enseñó a jugar con ella no paramos....

Pero claro, jugando nos dimos cuenta de algo "¡Alicia nuestro patio no tiene columpios!". Es verdad, salimos al pasillo para comprobar cómo era el patio grande y ese tenía todo tipo de columpios. Así que, decidimos hacer nuestros propios columpios con plastilina. Al principio fenomenal, hicimos muchos toboganes. Pero después, solo queríamos dividirlos en cachitos. Así que decidimos jugar libremente y salvar aquellos columpios que pudimos.

En las siguientes imágenes podéis observar lo que nos gusta nuestro rincón de la Escuela. Todo el tiempo libre que tenemos lo pasamos allí dentro. Y, aunque a veces Alicia nos tiene que recordar la norma de "Se juega con los materiales del rincón, dentro del rincón", respetamos la norma fenomenal.

Hace dos semanas os comentábamos que poco a poco nosotr@s mismos iríamos regulando nuestras energías y que seríamos capaces de realizar diferentes actividades simultáneamente en pequeños grupos. Pues ya hemos empezado. Como el día que decidimos pintar unos murales para utilizar como base para los días de la semana. 

Tod@s empezamos pintando muy tranquil@s. Cada un@ eligió el color que quería utilizar. Ésta vez, ya utilizábamos más nuestro criterio propio, sin fijarnos en lo que hacía el de al lado. Estuvimos pintando tranquilamente mientras escuchábamos música unos 20 minutos. A partir de ese momento, algún@s amig@s se fueron aburriendo y decidieron limpiarse las manos e irse a la zona de la alfombra a jugar con los animales. Fue de ésta forma que se crearon dos grupos y un@s respetaban el trabajo de los otr@s.

Y de pronto llegó la semana pasada. Durante la semana anterior Alicia nos estuvo leyendo un libro la mar de divertido. Trata sobre las emociones y nos reímos muchísimo porque nos hace mucha gracias poner caras y voces de alegres, tristes, enfadados, calmados,....

Tanto nos ha gustado el libro que hemos decidido trabajarlo a la par que aprendemos cosas de nuestra Escuela. Alicia dice que conocer nuestras emociones es primordial para que la convivencia en la Escuela sea muy satisfactoria. Así que este libro nos vino como anillo al dedo.

Es por ello, que decidimos hacer un juego entre tod@s para, además de aprender las distintas emociones que existen, pudiéramos discriminar los colores y aprender los números.

En primer lugar tuvimos que pintar unos rollos de papel de cocina de los diferentes colores que representan las emociones de nuestro, ahora, monstruo favorito.

Después, cada un@ de nosotr@s pintó un monstruo de uno de los colores de las emociones. Alicia nos decía la emoción que nos había tocado, nosotr@s reconocíamos el color que le pertenecía y lo teníamos que reconocer entre toda la paleta de colores que nos presentó.

Alicia dice que lo hicimos fenomenal y que siente que no hayan muchas fotos de algunas actividades. Pero es que necesitamos absoluta concentración para ejercicios como éstos.

Una vez tuvimos todos los elementos creados, Alicia nos preparó un juego chulísimo que hemos colocado en el espacio lógico matemático y al que todos los días vamos a visitar para jugar ¡¡Con lo que nos gusta a nosotr@s arrojar cosas!!

Esperamos que la espera haya merecido la espera y que os estén gustando nuestras aventuras tanto como a nosotr@s. La verdad que aprender jugando es de lo más motivador.

¡¡Hasta la semana que viene!!